facebook

El relato histórico del guía de la Universidad Central, ingeniero Eddie Mauricio Luna Rivera, comienza por el origen de la pared exterior diseñada por el arquitecto bogotano Ernesto González Concha, utilizando el modernismo francés o art nouveau, disruptivo para la época.

El maestro Colombo Ramelli, hijo del maestro Luigi Ramelli, artista suizo que vivió en Colombia durante más de 40 años, donde ejerció su actividad como ornamentador de diversas construcciones republicanas, escultor y maestro de artes plásticas, empleó sus conocimientos para elaborar los decorados en yeso de la fachada y del interior del teatro, haciendo de este uno de los centros culturales más importantes de la época. 

El Faenza fue inaugurado en 1924 y abrió sus puertas al público bogotano en el sector del Centro Histórico de la pequeña ciudad que era Bogotá, lo que ahora es conocido como el barrio Las Nieves de la localidad de Santa Fe. Durante sus primeros años fue un escenario donde se presentaron películas en blanco y negro de la naciente industria del cine y algunas obras musicales como operetas y zarzuelas, entre otras.

Una vez el visitante cruza la puerta hacia el interior del teatro, la historia viva de la ciudad cobra mayor fuerza a través de una línea de tiempo narrada por el guía, que lo sitúa muy en el corazón de los movimientos sociales e históricos de la capital colombiana.

Es entonces cuando aparece “el recibidor”: un espacio lleno de formas geométricas perfectas dentro de un estilo conocido como art deco, que da paso a la construcción principal diseñada por los arquitectos Arturo Tapias y Jorge Muñoz, contratados por la icónica empresa Cementos Samper, encargada de la obra.

Las personas que iniciaron este proyecto trajeron la idea de la integración de muchas formas de arte que, seguramente, conocieron en Europa y Estados Unidos.

En 1975 fue declarado Monumento Nacional bajo el Decreto 1584 del 11 de agosto, una decisión que ratificó Planeación Distrital 15 años después.

No obstante, el auge del Faenza comenzó a decaer primero con la pérdida de importancia del Centro de la ciudad con la salida de miles de personas hacia los barrios más alejados durante la década de los 50 y más adelante con la llegada del video casero hacia finales de los 70 y principios de los años 80.

Fue entonces cuando el teatro se extravía como escenario icónico entre películas baratas y el llamado cine rotativo, hasta quedar cerrado y aparentemente olvidado.   

Cuando la Universidad Central comenzó el proyecto de restauración del teatro (a principios de la década del año 2000) recibió una edificación prácticamente en ruinas, incluso con algunas áreas sepultadas.

El proyecto de restauración se ha extendido durante los últimos años y, a la fecha, el Faenza muestra una nueva cara que permite a los interesados viajar en el tiempo a través de su historia y la de la ciudad.

Conocer el Faenza es acercarse al encuentro con la historia del desarrollo de la Bogotá y sus costumbres.  Podrás apreciar sus balcones estilizados, los frescos encontrados tras el proyecto de restauración, la increíble historia de la estructura de una cubierta que nunca ha sido cambiada y, en fin, los pormenores de un verdadero escenario de la cultura y la historia bogotana. 

Si quieres conocer este y otros teatros recuperados por la Universidad Central puede escribir al correo [email protected] para agendar tu visita (totalmente gratis) y disfrutar de un escenario que es testigo de la historia capitalina.

 

También te puede interesar

preloader