El Palacio de San Carlos

El Palacio de San Carlos de Bogotá tiene una historia y una serie de detalles que te asombrarán. Este es un escenario hecho para agudizar tu sentido explorador y satisfacer tu curiosidad ¡Inaplazable!

La historia de esta edificación se remonta a finales del siglo XVI cuando Francisco Porras Mejía, un ministro eclesiástico de la catedral ordenó su construcción.

Para aquel entonces Santafé (Bogotá) era la capital de la Nueva Granada. En el Palacio de San Carlos residieron familias aristocráticas hasta el 18 de octubre de 1605, fecha en la que los herederos de Porras Mejía vendieron la propiedad a fray Bartolomé Lobo Guerrero, fundador del colegio San Bartolomé y quien convertiría el lugar en la primera sede del colegio.

En 1767 el Rey Carlos III ordena la expulsión de los jesuitas y expropia sus posesiones españolas. Este hecho marcaría el posible origen del nombre de San Carlos; o bien en honor a un santo de italiano, Carlos Borromeo o aludiendo al monarca español mencionado. 

El 7 de enero de 1777 la edificación se convierte en la Biblioteca Pública de Santafé, incluso, fue la primera sede del Batallón Guardia Presidencial en Bogotá. En 1822 luego de la independencia y debido al déficit de la nación, el General Santander autoriza la venta del Palacio de San Carlos.

El 16 de noviembre de 1827 un fuerte temblor sacude Bogotá y afecta muchas estructuras entre ellas el Palacio Presidencial de aquel entonces, ubicado en lo que hoy es el Capitolio Nacional. El libertador Simón Bolívar ve en el Palacio de San Carlos un escenario ideal para trasladar la sede de gobierno de la Gran Colombia y autoriza su compra el 22 de febrero de 1828 por 70 mil pesos.

El 10 de julio 1908 se convierte en la sede de la cancillería o el Ministerio de Relaciones Exteriores. Hacia 1937 son adquiridos predios anexos al palacio con el propósito de construir un edificio de 3 pisos donde funcionaría el ministerio y la obra se encarga al arquitecto Pietro Cantini quien acababa de terminar el Teatro Colón. La nueva fachada del palacio se incorporaría formando un conjunto con la casa natal de Rafael Pombo, el afamado poeta, el Teatro Colón y una casa colonial, hoy sede de la Academia Diplomática de San Carlos, construida en 1970 por Enrique Umaña.

El 11 de agosto de 1975 el Palacio de San Carlos es declarado Monumento Nacional con algunas importantes obras públicas de la ciudad como el Observatorio Astronómico Nacional, el Capitolio Nacional y la Casa de la Moneda. 

El 23 de diciembre de 1993, el Ministerio de Relaciones Exteriores recibe oficialmente las edificaciones anexas al Palacio de San Carlos en Bogotá.

Esta es una edificación cargada de detalles: guarda la elegancia de la época colonial, mantiene amplios salones y patios de la época. Allí permanece un nogal plantado por el Libertador y además se halla un bronce que serviría a Pietro Tenerari para esculpir la estatua ubicada hoy en la Plaza de Bolívar. El Palacio de San Carlos es historia viva de Bogotá.

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